sábado, 17 de marzo de 2018

Reseña #10: Dos años después.


Título: Dos años después.
Autor: Alberto Meinhardt.
 Páginas: 395.
Editorial: Ediciones OnDemand.


Sinopsis.

Tras alcanzar la cumbre en la música clásica, Roy Müller un afamado pianista desaparece sin dejar rastro. Sin ninguna intención de volver a tocar el piano; conoce a Laura, una extraña violinista que por algunos problemas jamás ha podido tocar en una orquesta. Motivado por el talento de la joven y el latente recuerdo que su música le evoca, decide ayudarla a convertirse en la violinista que debería ser, al mismo tiempo que una amiga de la infancia reaparece con la intención de devolver a Roy a los escenarios donde pertenece, mientras él, acosado por los demonios de su pasado intenta darle respuesta a una pregunta existencial que lo hizo alejarse de lo que más ama.




Opinión personal (con spoilers).


Llevo algo de un mes sin escribir una reseña y en verdad siento que no sé por dónde comenzar, primero partiré diciendo que no es sorpresa que reseñe una vez más una suerte de novela romántica, pues en verdad es lo que más me gusta y he leído este último tiempo, segundo que hay que darse el tiempo de leer este libro.

Lo primero que hay que decir acerca de la historia es que trata sobre Roy Muller un joven prodigio de la música clásica, considerado el mejor músico de nuestra época que por alguna extraña razón decidió dejarlo todo hace dos años, el sueño de convertirse el mejor pianista, componer y seguir en los escenarios se ve empañado cuando su vida personal se derrumba y siente que no merece ser feliz de nuevo, que su vida ya carece de sentido por lo que se aleja de todo el mundo, su familia, sus amigos y sobre todo, de su amiga y compañera de la infancia; Caroline.

Roy sin aviso vuelve a la ciudad donde comenzó a tocar junto a su primera orquesta pero esta vez con otras metas, volver a la universidad y buscar otras actividades donde pueda ser bueno sin tener que volver a tocar el piano otra vez en su vida, allí es donde entra en acción su mejor amigo desde hace siete años, Daniel, que lo acompaña y comprende a pesar de sus arrebatos y de lo arrogante que puede llegar a ser.

En su primera incursión en la universidad y luego de un arrebato con el decano, escucha a Laura tocar el violín, aunque su técnica no es la adecuada y comete demasiados errores, reconoce su genuino talento. Laura padece de TDAH, lo que le hace casi imposible el concentrarse y poder seguir una partitura correctamente aunque se esfuerce mucho, además que odia tomar sus medicamentos, aquello por lo que la culpan el decano que es además su maestro. Roy al ver que ella tiene el talento que se necesita no duda en arrebatarle a la chica a la universidad y ser el mismo su maestro, para así sacarle provecho a todo lo que Laura tiene consigo.

Creo que aquí es donde me estanqué un poco, pues a veces el libro era un poquito técnico (no en el mal sentido) pero se me hacía algo lento a pesar de que la historia en verdad me comenzaba a interesar, además Roy a veces era tan arrogante que te llevaba a detestarlo un poco.

La historia continúa y nos presenta por fin a Caroline, quién también es una joven prodigio de la música clásica quien también toca piano y es pupila de su madre, que también fue la maestra de Roy. Con Caroline tuve muchos sentimientos encontrados, por una parte detestaba esa “máscara” de mujer dura, de “nada me afecta” y por otro lado admiraba su persistencia, el nunc ahaber dejado sus sentimientos de lados y como se sentía en la sombra de Ceceina y Roy, claro, siendo los pianistas uno y dos (respectivamente) y ella en el quinto lugar del mundo, pues aun así siento que tenía mucho más talento, pues ella tocaba con sentimiento en todo momento, esperando transmitirle a Roy lo que ella sentía por él.

Lo que me gustó mucho de esta novela, era como jugaba con los tiempos verbales, como pasaba de tercera persona a primera y cómo iba narrando la perspectiva de casi todos los personajes.
Mi parte favorita fue cuando se llaga al trasfondo de el gran por qué Roy abandonó la música, pues, aunque nos habían nombrado a Agatha desde un principio, no sabíamos casi nada de ella, sólo que era una violinista muy talentosa que Roy había conocido en un show de talento, allí había quedado embelesado con su forma de interpretar que nunca más se separaron (aunque al principio fuera sólo platónico). Por medio de varios flashback, nos van contando sobre Agatha que era una joven británica que al igual que Roy y Caroline se presentaba en concurso durante su adolescencia, allí se había quedado maravillada con la forma de interpretar de Roy que le había pedido que tocaran un dueto, pero que primero la viera a tocar a ella para hacerle sentir que era digna de aquello, allí nuestro pianista la ve tocar y comienzan por un viaje que los llevó primero a la amistad que más tarde pasó a una relación amorosa, tras cuatro años a Agatha descubre que padece de Huntington (una enfermedad neurodegenerativa sin cura) lo que lo lleva a un año más tarde a suicidarse. La muerte de Agatha destruye a Roy y nos da a entender él por qué actúa así, en verdad no siempre fue un cretino (aunque si arrogante) y sobre como siente que su persona al no estar no merece nada más, sólo sabe estar roto y ser infeliz porque ya tuvo su “cuota” se felicidad en la vida.

Laura se termina enamorando irremediablemente de Roy y tiene que luchar codo a codo por ese amor con Caroline que se termina convirtiendo en una gran amiga para ella, allí es donde todo se complica y a la vez se libera, pues por primera vez en mucho tiempo Caroline tiene una “rival” y aquello la hace luchar por lo que quiere.

Tiene un final abrupto pero bonito, aunque me hubiese gustado saber mucho más sobre qué pasó con Daniel, me hubiese gustado que hubiese tenido su final feliz al igual que Roy. Ahora siento que me estoy explayando demás con el libro y que no dejaré detalles para que se interesen en la lectura, por lo que creo que dejaré todo esto hasta acá, aunque si quería comentarles que sólo existen estos cuatro personajes más importante, también está Daniel, mejor amigo de Roy, Isabel amiga de Caroline y Laura y por último Angelo, al menos estos son los más memorables, pero para mí por lejos mi personaje favorito fue Agatha, su manera de ver la vida, de no rendirse a pesar de todo y sé que es irónico, que se terminó suicidando pero creo que para entender eso, también hay que entender que su enfermedad no tiene cura y por ello ni siquiera podía hacer cosas como tocar el violín o seguir con sus planes, pues sus años “buenos” son limitados luego de que la enfermedad se declara.



Cita favorita.

-          « ̶   ¡Tu no lo amas como yo lo amo!
-          ̶  ¿Y quién diablos eres tú para decidir sobre los sentimientos ajenos? ¿Crees que si hubiese pasado algo, tú dolor sería distinto a al mío? ¿Crees que tu amor es superior al mío? ¿Crees que no lo merezco por el tiempo que ustedes dos llevan conociéndose? –preguntó Laura molesta. ̶  ¿Qué pasó cuando llegó Agatha? Ellos no estuvieron juntos ni la mitad del tiempo que tenían ustedes conociéndose y aun así él fue capaz de amarla tanto como para dejar la música ¡Como para querer morir por el dolor que le genera su perdida! El amor no se puede mejor en tiempo Caroline, ni en cantidad, si tú amas a alguien lo amas y punto. No es ni más ni menos que nadie. El amor es amor.»

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